Cuentan los cronistas de la conquista que los guanches, en épocas de sequía y escasez de agua, subían a lugares elevados llevando consigo a los baifos (cabritos), para implorar al dios Achaman que los favoreciera con las lluvias. Para ello, incaban una lanza en la tierra y danzaban y gritaban dando vueltas alrededor de ésta, confundiéndose también con el balido de los baifos. Hoy en día algunos de estos lugares se conocen como "bailaderos".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario